La cadena rota La Polar emprende la retirada de Colombia y busca cómo salir rápidamente de la operación que montó desde el 2010, teniendo como un argumento para el fracaso de sus operaciones el aumento de aranceles que rigen desde hace un año para las importaciones de ropa y calzado.
Y si bien el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, no se pronuncia sobre la decisión de La Polar, es claro e insiste que entre los comerciantes se mantiene la preocupación por las implicaciones que tiene importar a mayores costos.
Carolina Blackburn Villota, directora ejecutiva de la Cámara Colombiana de la Confección y Afines, anunció que el Decreto 074 del 2013 –que contiene la medida– se prorrogará por dos años más, gracias al apoyo del Gobierno.
A juicio de la vocera de los productores nacionales, eso permitirá a la industria confeccionista del país su reactivación, su crecimiento y competitividad, mientras que los empresarios del comercio exponen la otra cara de la moneda: estimula el contrabando y encarece a los colombianos los precios del calzado y la ropa que encuentran en los almacenes.
El presidente de Empresas La Polar S. A., César Barros Montero, al comunicar la decisión en Chile, dijo que la operación no arrojó los resultados esperados por factores de distinto orden y citó los cambios en las condiciones de mercado y las arancelarias.
La decisión del Gobierno de encarecer las importaciones llegó justo cuando la corporación se reacomodaba y empezaba a superar las secuelas del escándalo financiero que estalló en Chile en el 2011, y que en su momento también puso en entredicho la continuidad de las tiendas en Colombia.
¿Quién toma los locales?
Anunciado el cierre de operaciones en el país, con miras a fortalecer la actividad en Chile, donde opera 40 establecimientos con resultados satisfactorios, ahora queda pendiente saber en manos de quién quedarán los locales que tiene la compañía rota, en los cuales no solo operan las tiendas sino la administración de su tarjeta de crédito con 116.183 unidades, según cifras de la Superintendencia Financiera, a diciembre.
Está visto que la competencia del gran comercio por estos días no solo se enfocará en las ventas, sino en quién se queda con espacios apetecidos por las grandes cadenas en vista de que cada vez son más escasos.
Apetito por 30 mil metros cuadrados
Falabella, que en el 2008 se hizo con cinco locales de la extinta Casa Estrella, podría ser uno de los que entren en la puja por 30.000 m2 de piso de venta en sitios estratégicos. Otro interesado podría ser Cencosud y habrá que añadir otras compañías, como Éxito y Olímpica.
CONSTANZA GÓMEZ G.
Redacción Economía y Negocios
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