Los republicanos en la Cámara de Representes, en un abierto desafío a los deseos de la Casa Blanca, tiene previsto iniciar hoy jueves el proceso legislativo de los Tratados de Libre Comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur, pero sin incluir el polémico TAA, un programa que brinda asistencia a los trabajadores desplazados por el Comercio en EE.UU. y que se ha convertido en un obstáculo mayúsculo en el futuro de los TLC.
A las 10 de la mañana, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara, realizará el llamado “Mock Mark Up” o simulacro de votación para los tres TLC.
Este procedimiento busca medir el apoyo que existe en el legislativo antes de su presentación formal, que le corresponde a la Casa Blanca.
Pero la decisión de no incluir el TAA como estaba previsto en un acuerdo al que supuestamente habían llegado las partes la semana pasada, complica aún más el camino de los tratados y prácticamente garantiza que los TLC no serán aprobados antes del receso de agosto, como estaba previsto.
El presidente Barack Obama había dejado claro que no someterá los tratados de manera formal si no se incluye la renovación del TAA, que expiró en febrero de este año.
Los republicanos se resisten a su renovación pues lo consideran un subsidio injustificado que solo beneficia a los sindicalistas y a un alto costo de 1.000 millones de dólares que en nada ayuda a la reducción del déficit fiscal.
Por cuenta de este mismo programa, los republicanos del Senado boicotearon con su inasistencia un proceso similar al que realizará este jueves la Cámara.
Se especula que los demócratas de la Cámara Alta podrían intentar un nuevo “mock mark up” esta semana (quizá este mismo jueves), pero no está confirmado.
Pese a todo, la presión contra los republicanos –que ahora son vistos como el problema y no la solución- viene creciendo a pasos agigantados.
Buena parte de la comunidad empresarial, que suele ser muy cercana a este partido y aporta grandes sumas a sus campañas políticas, han elevado el tono exigiendo la aprobación tanto de los TLC como los TAA.
La poderosa Cámara de Comercio de EE.UU. por ejemplo, emitió un comunicado en el que dice apoyar tanto los TLC como el TAA y le pide a demócratas y republicanos ponerse de acuerdo cuanto antes. “La hora de actuar es ya”, sostuvo su presidente Tom Donohue.
Igualmente, la presión está llegando por medios de comunicación. En la última semana, al menos 20 editoriales y columnas de opinión han sido publicados y su eje ha sido la crítica a los republicanos, que por años empujaron los TLC pero ahora se han convertido en la piedra en el zapato.
Informalmente también se cuestiona si realmente les interesa el libre comercio, como dicen, o están más interesados en debilitar a Obama con miras a las elecciones del 2012.
En todo caso, si los tratados no se aprueban en al menos una de las dos Cámaras antes del receso de agosto, podría ser el final del camino para ellos.
Los analistas creen que el costo político se elevará a medida que avance el año y el país se concentre en las campañas presidenciales y de Congreso de noviembre de 2012.
SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
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